La hipertensión es una enfermedad insidiosa. A veces también se le llama el "asesino silencioso". Se expresa por un aumento constante o periódico de la presión.
Al estar en la etapa inicial, la enfermedad puede no manifestarse y continuar sin ningún síntoma especial. Por ello, muchos de los afectados desconocen la presencia de problemas de salud. La hipertensión hace su trabajo y causa daños irreparables en el cuerpo, obligando a los órganos a trabajar con mayor estrés y haciendo que se desgasten rápidamente. Sin tratamiento, se convierte en una causa frecuente de enfermedades del corazón, vasos sanguíneos, riñones, conduce al deterioro de la visión y la circulación cerebral.
Síntomas de la hipertensión
Las personas menores de 30 años rara vez sufren de hipertensión. En la etapa inicial, la enfermedad es casi asintomática, por lo que puede detectarse controlando la presión arterial, que en personas sanas no debe superar los 140/90. Para obtener resultados más fiables, se mide en reposo 3 veces en 30 minutos. Antes del procedimiento, no se recomienda beber café y té, y someterse a esfuerzo físico.
Etapas de la hipertensión
- La primera es que la presión fluctúa entre 140-159 / 90-99, mientras que puede caer a lo normal y luego volver a subir.
- El segundo: la presión está en el rango de 160-179 / 100-109. Los indicadores se mantienen constantes y rara vez bajan por un corto tiempo.
- El tercero: la presión es más de 180/110, siempre aumenta y disminuye solo con debilidad cardíaca.
Los primeros signos de hipertensión pueden ser pesadez en la cabeza y una sensación de fatiga desmotivada, que se manifiesta especialmente al final del día. La presencia de la enfermedad puede ser indicada por dolores de cabeza episódicos, debilidad sin causa, deterioro de la memoria, interrupciones en el trabajo del corazón y un indicador de presión inestable.
En las etapas posteriores, el paciente comienza a experimentar tinnitus, entumecimiento o frialdad de los dedos, sudoración, dolores de cabeza, náuseas, mareos y fatiga. Puede tener círculos o manchas delante de los ojos, visión borrosa, trastornos del sueño, hinchazón matutina, problemas renales y presión arterial persistentemente alta.
En la etapa más grave de hipertensión, se produce insuficiencia renal o cardíaca, hay una violación de la circulación sanguínea en el cerebro y algunos cambios morfológicos. Una persona puede experimentar una disminución significativa en la inteligencia, la memoria y la visión, se alteran los cambios en la marcha y la coordinación.
Causas de la hipertensión
La hipertensión puede ser una enfermedad independiente o un síntoma de enfermedades. Se divide en 2 tipos: primaria y secundaria.
La hipertensión primaria puede ser causada por:
- obesidad o sobrepeso;
- abuso de sal;
- deficiencia en el cuerpo de magnesio;
- malos hábitos;
- baja actividad física;
- estrés frecuente y tensión nerviosa;
- algunos medicamentos;
- menopausia;
- dieta desequilibrada;
- edad avanzada;
- herencia.
Las violaciones en el trabajo de algunos sistemas y órganos conducen a la hipertensión secundaria. Al mismo tiempo, la presión arterial alta es una de las manifestaciones de la enfermedad subyacente. Hasta la fecha, hay más de 50 enfermedades de este tipo, por ejemplo, la nefritis, la encefalitis y el feocromocitoma pueden causar hipertensión.
Tratamiento de la hipertensión
La lucha principal contra la hipertensión tiene como objetivo mantener la presión arterial normal. Esto le permite detener la progresión de la enfermedad y prevenir consecuencias negativas. Los principales métodos de tratamiento se dividen en medicamentos y no medicamentos. Se prescriben las medidas necesarias teniendo en cuenta la etapa de la enfermedad, la presencia de complicaciones y enfermedades concomitantes.
Para la hipertensión leve, el tratamiento no farmacológico puede ser suficiente. Se centra en los cambios de estilo de vida e incluye:
- Reducir o eliminar por completo la sal.
- Medidas para reducir el exceso de peso.
- Rechazo de malos hábitos.
- Actividad física habitual.
- Cumplimiento de una dieta especial o nutrición adecuada.
- Reducir los niveles de colesterol.
- Reducir el estrés y el estrés.
El tratamiento farmacológico se prescribe cuando la eficacia de las medidas anteriores es baja. Los medicamentos necesarios deben ser recetados por un especialista calificado, teniendo en cuenta varios factores, por ejemplo, edad, contraindicaciones o enfermedades. Como agentes terapéuticos para la hipertensión, los fármacos antihipertensivos se usan con mayor frecuencia para ayudar a reducir la presión. La terapia con medicamentos lleva mucho tiempo. No se recomienda interrumpirlo, ya que el cese abrupto de la toma de medicamentos puede acarrear graves consecuencias.
Aunque los medicamentos ayudan a mejorar la condición, el tratamiento complejo, que incluye ambos métodos para tratar la hipertensión, es más efectivo. Tomar medicamentos con modificación de la dieta, pérdida de peso y cambios en el estilo de vida conducirá a una remisión estable y ayudará a evitar complicaciones.